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lunes, 25 de octubre de 2010

anime mal comercializado

Si han sintonizado CNN en Español en estos días (donde dan un par de buenos programitas de economía que deberían ver alguna vez), habrán oído que América Latina no sufrió tan feo la recesión económica, y básicamente todos los días te repiten lo mismo: “Hay dinero”, “La gente esta volviendo a consumir”, “Tal ramo esta creciendo aunque todavía tiene dificultades por superior”... Pero si la cosa va tan bien, ¿Por qué cada vez vemos menos anime y menos manga disponible en medios legales en nuestro continente? Bien, vamos a recapitular un poco como anda el mercado de lo que nos gusta consumir por nuestras tierras:

  • Común:
    • Numero muy reducido de licencias, en comparación con otros mercados, como Estados Unidos o Europa.
    • Publicidad casi nula.
    • Cero penetración de alternativas legales vía Internet, bien sea con doblajes o subtítulos en español (en el caso del anime), o con traducciones al español (en el caso del manga).
  • Anime:
    • Casi la totalidad de las licencias solo son para televisión. El numero de títulos disponibles en DVD es insignificante, en relación al gran total de licencias.
    • De lo poco que sale en DVD, la distribución geográfica es demasiado mala. Suelen concentrarse en lugares específicos de México y Argentina, y obviamente fuera del alcance de muchos compradores.
    • Muchas televisoras tratan a las licencias como “personas non-grata”, dándoles una pobre exposición, resultando en audiencias muy bajas, con la consecuente muerte de las mismas.
  • Manga:
    • Numero muy reducido de casas editoriales en la región latina (puedo nombrar a Ivrea, Vid, Larp... y no se me viene ninguna otra a la mente)
    • En los casos de Ivrea y Larp, se produce un “confinamiento geográfico” de las licencias (solo para comercializar en Argentina), restringiendo severamente su exportación a otros mercados.
    • Dificultad excesiva de encontrar puntos de venta (librerías, puestos de revistas, etc.) que ofrezcan mangas de venta al publico. En la mayoría de los países, la única opción es comprar vía Internet a revendedores no oficiales, lo cual encarece enormemente los precios.
Considerando el extenso tamaño de la región, la gran cantidad de fanáticos (u “otakus”, como se hacen llamar, vaya que odio esa palabrita!), la situación es por demás de patética! Y lo mas triste es que las productoras japonesas también colaboran con este caos: solo vean el caso de Toei Animation. Todos la conocen, Toei, la misma que nos trajo Sailor Moon, Dragon Ball, y algunos títulos menos conocidos como Magical Doremi o Pretty Cure.

Si han estado al pendiente de las noticias en estos días, verán todo el drama que se ha armado con el doblaje de Dragon Ball Kai (donde el elenco original de alto calibre quería buen dinero -no pienso meterme en eso- pero Toei dijo un rotundo “NO, hay muchos otros que trabajan por mucho menos”), o el caso de Pretty Cure, donde la licencia se la dieron a Televisa, estación que no tiene muchas intenciones de hacer que este titulo tenga alguna oportunidad de éxito en la región (solo vean los horarios y los continuos retrasos en su estreno). Todo con la excusa de “gastar muy poco y cobrar todo lo que puedas”. Y no me hagan comenzar con todos los dolores de cabeza que ha tenido Ivrea con Shueisha y similares...

Tristemente esa es la forma de los japoneses de comercializar ante el mundo uno de sus mas “atesorados” productos – si que pudieron inundar el mercado americano de electrónicos y vehículos baratos tras la Segunda Guerra Mundial (¿Por que creen que ahora le va tan bien a Toyota o a Sony por estos lados?), pero cuando se trata de sus producciones de entretenimiento, comienzan con ese “lacreo”, y es realmente patético cuando se trata de América Latina. ¿Acaso tienen miedo de que su producto se convierta en un “bien absoluto”? Demasiado tarde – YA LO ES. El manga y el anime ya no es exclusivo de los japoneses, sino que -robándome un lema del gobierno de acá- “ahora es de todos”. Sabemos también que estamos en un mercado difícil, lleno de gente prejuiciosa, bajo poder adquisitivo y elevados índices de piratería, pero si siguen dejando pasar el tiempo sin tomar cartas en el asunto, nos convertiremos en un agujero negro!

Además no estamos tan mal – salvando un par de casos específicos (de los cuales no hablo para no caer en sucia política), el resto del continente se encuentra en un momento económico no tan deprimido como en años anteriores, la penetración de las conexiones a Internet sigue creciendo a grandes pasos, y la gente sigue buscando cada vez mas que ver o leer. ¿Por que no aprovechar ese escenario y lanzar alternativas creativas para ofrecer opciones al publico para que sea legal entonces? Me remito al caso de Estados Unidos: todos conocemos a Crunchyroll acá – comenzaron siendo unos piratones mas, pero se legalizaron y les va bastante bien, tanto así que hasta TV Tokyo es accionista!.

Y es bastante accesible... si vives allá, porque si eres latino, aparte de que te tienes que calar la barrera idiomática (el odioso ingles), también tienes que conformarte con un catalogo reducido de licencias. ¿Por que no implementar algo así acá en América Latina? ¿Por que todas las licencias mueren acá en televisión o en 2 librerías argentinas? ¿Por que esa negativa a invertir mas en la región? ¿Acaso los que hablamos español no tenemos derecho a gastar nuestro dinero ganado con sangre, sudor y lagrimas en lo que mas nos gusta? Esto se lo digo bien en claro a las licenciatarias, y en especial a los productores japoneses:

  • El dinero de un latino vale igual que el de un español, o el de un japonés, o el de un estadounidense o el de un [inserte país acá]. Sin embargo, deben estar conscientes de que no tenemos pilas de efectivo, por lo que deben ser “precios solidarios” si quieren que compremos.
  • Las “muestras gratis” no hacen daño. Cosas como el DRM si que lo hacen.
  • América Latina comprende a los siguientes países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela. (Brasil es un caso aparte ya que ellos hablan portugués, pero igual es otro mercado que no pueden ignorar) En todo caso, no son 2 ni 3 países, SON 20!
  • Sabemos que imprimir mangas en estos días es horriblemente caro, pero para eso también existe un invento muy práctico llamado “libro electrónico”. USENLO, para algo esta!
  • La Internet no solo sirve para piratear, ¿sabían eso?
  • Eso de “abonos chiquitos para pagar poquito” es una filosofía que solo degenera en un producto de baja calidad, en el caso de las productoras (lo barato sale caro, dicen los viejos). La próxima vez que vayan a pagar un doblaje, recuerden: la gente exige calidad, no cantidad!
  • Cuidado a quien le otorgan licencias: no querrán que su producción de millones de yenes termine muriendo en el anonimato solo porque alguna televisora le da la gana de ponerla en horarios nulos y cancelarla a mitad de corrida. Acuérdense de los otros medios! Mantengan un control sobre el proceso – esto no es un antivirus, que “lo instalas y te olvidas”.
  • No pain, NO GAIN”. Es cierto que no es bueno arriesgarse demasiado en estos tiempos, pero tampoco es bueno jugar a la defensiva – ya basta de ser tan pasivos con la región! Los comienzos son difíciles, pero es mejor haberlo intentado con empeño y haber fracasado, que haberse simplemente rendido desde el comienzo. Si el modelo de las distribuidoras no les gusta, ¿por que no nos ofrecen directamente sus productos, sin intermediarios?
  • Merchandise, videojuegos “típicos”, música, y todo aquel material asociado también se puede vender, aunque en menor medida. No creerían la cantidad de fanáticos del J-Pop que existen por estos lados, y a decir verdad, me gustaría pagar por música japonesa alguna vez sin tener que ir a Japón, o comprar un CD con precios sobreinflados en Amazon.
  • Traten de no prestarle demasiada atención a los “otakus rancios” y a toda clase de fanboys talibanes – no son muestras representativas del mercado. Sin embargo, recuerden que la opinión del consumidor vale tanto (y hasta mas) como el producto que le ofrecen.
  • Y por ultimo: EL LATINO (promedio) NO ES ESTUPIDO! No menosprecien a sus clientes, o la pagaran claro. Estamos comprando ENTRETENIMIENTO DE CALIDAD, no recortes para el perro!


http://www.anmtvla.com/2010/10/comercializacion-del-manga-y-anime-en.html

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